IMPERIALISMO EUROPEO.
S XIX.
IMPERIALISMO. Es la
relación de un estado hegemónico con pueblos o naciones controlados por él. Lichtheim. “El Imperialismo”. Ed. Alianza. Madrid. 1972
Hobsbawm. “La era del
Imperio”. Los estados que lo practicaron
pretendían la conquista sistemática de la mayor cantidad posible de
territorios con el objetivo de alcanzar el rango de potencias mundiales. No
buscaban tanto la transformación cultural de estas zonas como su control
económico, político y militar.
La presión del capital para encontrar inversiones
más favorables que las que se podían realizar en el interior del país,
inversiones seguras que no sufrieran la competencia del capital extranjero, es
el menos convincente. Dado que las exportaciones británicas de capital se
incrementaron vertiginosamente en el último tercio de la centuria y que los
ingresos procedentes de esas inversiones tenían una importancia capital para la
balanza de pagos británica, era totalmente natural relacionar el «nuevo
imperialismo» con las exportaciones de capital. Pero no puede negarse
que sólo una muy pequeña parte de ese flujo masivo de capitales acudía a los
nuevos imperios coloniales: la mayor parte de las inversiones británicas en el
exterior se dirigían a las colonias en rápida expansión y por lo general de
población blanca, que pronto serían reconocidas como territorios virtualmente
independientes (Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica) y a lo que
podríamos llamar territorios coloniales «honoríficos» como Argentina y Uruguay,
por no mencionar los Estados Unidos. Además, una parte importante de esas
inversiones (el 76% en 1913) se realizaba en forma de préstamos públicos a
compañías de ferrocarriles y servicios públicos que reportaban rentas más
elevadas que las inversiones en la deuda pública británica —un promedio de un
5% frente al 3%—, pero eran también menos lucrativas que los beneficios del
capital industrial en el Reino Unido, naturalmente excepto para los banqueros
que organizaban esas inversiones. Se suponía que eran inversiones seguras,
aunque no produjeran un elevado rendimiento. Eso no significaba que no se
adquirieran colonias porque un grupo de inversores no esperaba obtener un gran
éxito financiero o en defensa de inversiones ya realizadas. Con independencia
de la ideología. Un argumento general de más peso para la expansión colonial
era la búsqueda de mercados. Nada importa que esos proyectos se vieran
muchas veces frustrados. La convicción
de que el problema de la «superproducción» del período de la gran
depresión podía solucionarse a través de un gran impulso exportador era
compartida por muchos. Los hombres de negocios, inclinados siempre a llenar los
espacios vacíos del mapa del comercio mundial con grandes números de clientes
potenciales, dirigían su mirada, naturalmente, a las zonas sin explotar: China
era una de esas zonas que captaban la imaginación de los vendedores, mientras
que África, el continente desconocido, era otra. Las cámaras de comercio de
diferentes ciudades británicas se con-mocionaron en los difíciles años de la
década de 1880 ante la posibilidad de que las negociaciones diplomáticas
pudieran excluir a sus comerciantes del acceso a la cuenca del Congo, que se
pensaba que ofrecía perspectivas inmejorables para la venta, tanto más cuanto
que ese territorio estaba siendo explotado como un negocio provechoso por ese
hombre de negocios con corona que era el rey Leopoldo II de Bélgica. (Su
sistema preferido de explotación utilizando mano de obra forzosa no iba
dirigido a impulsar importantes compras per cápita, ni siquiera cuando no hacía
que disminuyera el número de posibles clientes mediante la tortura y la
masacre.) Pero el factor fundamental de la situación económica general era el
hecho de que una serie de economías desarrolladas experimentaban de forma simultánea
la misma necesidad de encontrar nuevos mercados. Cuando eran lo suficientemente
fuertes, su ideal era el de «la puerta abierta» en los mercados del mundo
subdesarrollado; pero cuando carecían de la fuerza necesaria, intentaban
conseguir territorios cuya propiedad situara a las empresas nacionales en una
posición de monopolio o, cuando menos, les diera una ventaja sustancial. La
consecuencia lógica fue el reparto de las zonas no ocupadas del tercer mundo.
En cierta forma, esto fue una ampliación del proteccionismo que fue ganando
fuerza a partir de 1879 . «Si no fueran tan tenazmente proteccionistas —le dijo
el primer ministro británico al embajador francés en 1897—, no nos encontrarían
tan deseosos de anexionarnos territorios».Desde este prisma, «el imperialismo»
era la consecuencia natural de una economía internacional basada en la
rivalidad de varias economías industriales competidoras, hecho al que se
sumaban las presiones económicas de los años 1880.
Estos acontecimientos no cambiaron la forma y las
características de los países industrializados o en proceso de
industrialización, aunque crearon nuevas ramas de grandes negocios. Pero
transformaron el resto del mundo, en la medida en que lo convirtieron en un
complejo de territorios coloniales y semi coloniales que progresivamente se
convirtieron en productores especializados de uno o dos productos básicos para
exportarlos al mercado mundial, de cuya fortuna dependían por completo.
Lee atentamente el texto:
- Subraya los factores que impulsaron a
los imperios europeos a la expansión del siglo XIX.
- Según el autor, ¿hacia qué territorios
van y qué características tienen los mismos?
- Explica con tus palabras las
consecuencias que destaca el historiador y desde qué punto de vista aborda
el tema?
FACTORES QUE
FAVORECIERON EL PROCESO.
DEMOGRÁFICOS.
Los gobiernos
europeos estimulan la migración por temor a la presión demográfica
En el período
comprendido entre 1850 y 1900 la población europea pasó de 300 a 450 millones de almas.
Las penosas condiciones de vida
de la clase trabajadora en
los países industrializados animaron a muchos a buscar mejores perspectivas de
vida en los territorios que iban ocupándose.
LA POBLACIÓN EUROPEA (CRECIMIENTO)
|
Año
|
Habitantes
|
Crecimiento %
|
1850
|
266.000.000
|
26,2
|
1870
|
310.000.000
|
25,6
|
1900
|
400.000.000
|
26
|
Parte de esa población fue absorbida por los territorios coloniales a
través de una persistente inmigración que en ocasiones llegó a alterar de
manera sustancial la composición étnica de extensas áreas.
Los avances médicos, como
el uso de la quinina contribuyeron en gran medida a estas migraciones, ya que permitieron combatir
con éxito enfermedades endémicas como el cólera, tifus o el paludismo
que hasta entonces habían hecho inhabitables para el hombre blanco extensos
territorios.
Los países recepcionistas marcados por el imperialismo
estimulaban este flujo migratorio, en ellos aumentó el consumo de productos al
estilo europeo: te, café, vestimenta al estilo europeo.
ECONÓMICAS. Fueron
fruto de la expansión del capitalismo industrial y se fundamentaron en:
- La búsqueda de nuevos territorios donde invertir el exceso de capitales acumulados. Éstos encontraron una productiva salida en forma de
créditos otorgados a las minorías indígenas colaboradoras con la
metrópoli, pero fundamentalmente en la financiación de infraestructuras
tales como ferrocarriles, puertos o grandes obras de ingeniería (canal de Suez, Canal de Panamá,
etc.).
- La exploración y conquista de zonas donde conseguir materias primas y energéticas abundantes y
baratas. A las colonias se les asignó el papel de abastecer a las
industrias metropolitanas.
- El control de espacios donde establecer mercados que asegurasen en régimen de monopolio la colocación de los productos
industriales.
- La utilización de una mano de obra no
cualificada pero barata y dócil (en
ocasiones esclava), que redujo los costes de extracción de las materias
primas y contribuyó al éxito de la agricultura de plantación.
POLÍTICAS. En el último tercio del siglo XIX el nacionalismo que
en sus inicios había estado ligado al liberalismo, se
transformó en un movimiento conservador y significado componente del
imperialismo. Los estados adoptaron una política de prestigio en un intento de atraerse a las masas
populares y desarrollaron una acción diplomática dirigida por fuertes personalidades (Bismarck, Chamberlain, Jules Ferry, Leopoldo de Bélgica, Cecil Rhodes, etc.) quienes, apoyadas en gran medida por
la prensa y otros
medios, propugnaron la formación y consolidación de extensos dominios
coloniales.
Esta política alimentó incontables episodios de
tensión y conflicto que
constituyeron el preludio de la Primera Guerra Mundial Por eso a este periodo se le conoce con el nombre
PAZ ARMADA. Es el nombre dado al período de fines del siglo XIX y comienzos del XX.
¿Por qué Paz Armada? ¿Cómo la Paz
puede ser Armada?. La exaltación nacionalista hizo que cada potencia tratara de
demostrar que era más fuerte que sus vecinas, ¿cómo demostrar más poder?
Desarrollando la industria bélica, así se veía como cada país incrementaba
progresivamente sus gastos en armamento, temiendo que en cualquier momento se
desatara un conflicto que los obligara a desplegar sus fuerzas y el objetivo
sería imponerse a sus enemigos históricos. Por eso se habla de un periodo de
Paz Armada, por la relativa paz imperante en Europa y la intensa carrera armamentista
(prácticamente en todos los países de Europa se estableció el servicio militar
obligatorio) y de alianzas militares entre las potencias europeas.
IDEOLÓGICAS. Desde posiciones
nacionalistas se desarrollaron teorías
racistas que justificaban e impulsaban la expansión
territorial, con o sin el consentimiento de los pueblos autóctonos. En sus
formas más moderadas el racismo
se disfrazó en ocasiones de un paternalismo que sostenía la necesidad del hombre
blanco de “rescatar del
atraso” a las poblaciones autóctonas mediante la instrucción y la educación. En esa labor destacó la actividad
misionera de las
iglesias cristianas anglicana, católica y protestante, que causó gran impacto
en las poblaciones indígenas que poseían una mentalidad totalmente ajena a la
occidental.
En este proceso estarán presentes grupos
de oposición y los que estén a favor. Los primeros considerarán a este proceso
como un despojo y los segundos propagarán sus ideales para justificar la
expansión.
El aumento de la producción industrial experimentado a fines
del siglo XIX ocasionó naturalmente una mayor
demanda de materias primas, y luego la necesidad de asegurarse un mercado donde
colocar tanto la creciente producción industrial como las ganancias
provenientes del mismo desarrollo industrial.
En algunos casos no resultaba fácil asegurarse la provisión
de las materias primas en el extranjero. Por ejemplo en el caso de muchos
pueblos africanos asiáticos que no tenían autoridades políticas, el
abastecimiento de materias primas se volvía incierto y dificultosos. Por esta
razón, cada vez con más frecuencia los países industrializados que deseaban
asegurarse las materias primas en regiones africanas o asiáticas, comenzaron a
recurrir a la violencia y a las armas, para obligar a los nativos a producir y entregar algodón,
metales, caucho, etc.
La superioridad militar de los europeos aseguró el dominio de
los vastos territorios en Asia y en África. la posesión de colonias pasó a ser
entonces un importante elemento de factor político a nivel internacional Carlos Demasi et
altri. Manual. Pág. 51 y 52.
FORMAS DE DOMINIO.
COLONIAS DE POSICIÓN Y DE
POBLAMIENTO. POSICIÓN. Obtienen la posición geográfica y la explotación del
territorio. POBLAMIENTO. Fuerte inmigración, favorecía a los europeos su
autonomía administrativa, autogobierno, los blancos superaban en número a los
indígenas.
CONCESIONES. Territorios cedidos o alquilados por
estados independientes a la metrópoli, codiciados por su interés estratégico o comercial.
JUSTIFICACIÓN IDEOLÓGICA DEL PROCESO IMPERIALISTA DEL
S XIX.
¿Civilización
o barbarie?. “Para llevar adelante esta tarea de civilización estamos
realizando lo que creo es nuestra misión nacional, y estamos encontrando un
enfoque más ajustado para el ejercicio de aquellas facultades y cualidades que
han hecho de nosotros una raza gobernante.
Con una nación bárbara la paz es condición
excepcional. En los confines entre la civilización y la barbarie, la guerra es
generalmente normal.
A la larga, el hombre civilizado encuentra que no
puede conservar la paz más que subyugando a su vecino bárbaro.”
Joseph Chamberlain. Empresario y político inglés. 1836-1914
Jules Ferry,
diputado francés, en su discurso ante la cámara de 1885 expresaba:”Para los
países ricos las colonias son un lugar muy ventajoso para la colocación de
capitales…Yo digo que Francia que está siempre rebosante de capitales y los ha
exportado en cantidades considerables…debe tener interés en considerar esta
cuestión. Pero, señores, hay otro aspecto más importante de esta cuestión que
predomina sobre el que acabo de mencionar. El problema colonial es, para los
países consagrados por la naturaleza misma de su industria a una gran
exportación, el problema de los mercados...Señores desde este punto de vista
particular pero de la mas alta importancia en los tiempos en que nos
encontramos, y con la crisis que atraviesan todas las industrias europeas, la
creación de una colonia es la creación
de un mercado. Se ha destacado en efecto, y los ejemplos abundan en la historia
económica de los tiempos modernos que es suficiente que el lazo colonial subsista
entre la madre patria que produce y las colonias que han fundado para que el
predominio económico acompañe y respalde, en alguna forma, el predominio
político..Señores, hay un segundo punto, un segundo orden de ideas que debo
abordar lo más rápidamente posible: es el aspecto humanitario y civilizador de
la cuestión....Señores.....es necesario decir abiertamente que las razas
superiores tienen un deber respecto a las inferiores....porque hay un deber
hacia ellas....el de civilizarlas.”
Teodhore Roosevelt a su vez
afirmaba:” Siempre que se ha producido un movimiento de expansión ha sido
porque la raza que lo ha llevado a cabo era un gran raza. Ha sido como una
señal y una prueba de grandeza de la nación expansionista…El barbarismo no
tiene ni puede tener lugar en un mundo civilizado. Nuestro deber hacia el
pueblo que vive en la barbarie impone que lo liberemos de sus cadenas y podemos
alcanzar ese objetivo solo si destruimos la propia barbarie.
El misionero, el comerciante y el soldado desempeñan
cada uno, un cierto papel en esta obra de destrucción, y en la consiguiente
elevación del pueblo.”
“Ayer estuve en el End londinense (barriada
obrera), y asistí a una asamblea de los sin trabajos. Al oír en dicha
reunión discursos exaltados cuya nota dominante era pan, pan,… y al
reflexionar, cuando regresaba a casa, sobre lo que había oído, me convencí más
que nunca de la importancia del imperialismo. Estoy íntimamente persuadido de
que mi idea representa la solución del problema social, a saber: para salvar a
los 40 millones de habitantes del Reino Unido de una guerra civil funesta,
nosotros los políticos coloniales, debemos dominar nuevos territorios para
colocar en ellos el exceso de población, para encontrar nuevos mercados donde
colocar los productos de nuestras fábricas y de nuestras minas. El
Imperio, lo he dicho siempre es una
cuestión de estómago. Si no queréis la guerra civil, debéis convertiros en
imperialistas.
Cecil Rhodes. Empresario colonizador y político inglés.
Exhortación de Guillermo
II, Alemania. A las tropas que partían para China el 27 de julio del 1900.
“A no dar cuartel. Ano tomar prisioneros. Llevad la
guerra de tal modo que dentro de mil
años ningún chino se atreva a mirar siquiera a los ojos de un alemán”
UNA INTERPRETACIÓN SOBRE
LAS CAUSAS DEL IMPERIALISMO
“El imperialismo es el capitalismo en la fase de
desarrollo en la cual: ha tomado cuerpo la dominación de los monopolios y del
capital financiero; ha adquirido una importancia de primer orden la exportación
de capital; ha empezado el reparto del mundo, por los Trust internacionales; y
ha terminado el reparto del mismo entre los países capitalistas más
importantes.”
V. Lenin. “El imperialismo, fase superior del capitalismo”
De acuerdo a la lectura
responde:
- ¿Qué significado tiene la creación de una
colonia para Jules Ferry?
- ¿A qué factor impulsor del proceso propone
una solución Rhodes? Explica.
- El factor civilizatorio aparece explícito,
identifica el texto y explica la posición de este imperialista frente al
dominio ejercido.
- ¿Cuál será el mecanismo que usarán para
“civilizar” si es necesario?