domingo, 7 de junio de 2015

IMPERIALISMO EUROPEO siglo XIX.

IMPERIALISMO EUROPEO. S XIX.

IMPERIALISMO. Es la relación de un estado hegemónico con pueblos o naciones controlados por él. Lichtheim. “El Imperialismo”.  Ed. Alianza. Madrid. 1972

Hobsbawm. “La era del Imperio”.  Los estados que lo practicaron pretendían la conquista sistemática de la mayor cantidad posible de territorios con el objetivo de alcanzar el rango de potencias mundiales. No buscaban tanto la transformación cultural de estas zonas como su control económico, político y militar.
La presión del capital para encontrar inversiones más favorables que las que se podían realizar en el interior del país, inversiones seguras que no sufrieran la competencia del capital extranjero, es el menos convincente. Dado que las exportaciones británicas de capital se incrementaron vertiginosamente en el último tercio de la centuria y que los ingresos procedentes de esas inversiones tenían una importancia capital para la balanza de pagos británica, era totalmente natural relacionar el «nuevo imperialismo» con las exportaciones de capital. Pero no puede negarse que sólo una muy pequeña parte de ese flujo masivo de capitales acudía a los nuevos imperios coloniales: la mayor parte de las inversiones británicas en el exterior se dirigían a las colonias en rápida expansión y por lo general de población blanca, que pronto serían reconocidas como territorios virtualmente independientes (Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica) y a lo que podríamos llamar territorios coloniales «honoríficos» como Argentina y Uruguay, por no mencionar los Estados Unidos. Además, una parte importante de esas inversiones (el 76% en 1913) se realizaba en forma de préstamos públicos a compañías de ferrocarriles y servicios públicos que reportaban rentas más elevadas que las inversiones en la deuda pública británica —un promedio de un 5% frente al 3%—, pero eran también menos lucrativas que los beneficios del capital industrial en el Reino Unido, naturalmente excepto para los banqueros que organizaban esas inversiones. Se suponía que eran inversiones seguras, aunque no produjeran un elevado rendimiento. Eso no significaba que no se adquirieran colonias porque un grupo de inversores no esperaba obtener un gran éxito financiero o en defensa de inversiones ya realizadas. Con independencia de la ideología. Un argumento general de más peso para la expansión colonial era la búsqueda de mercados. Nada importa que esos proyectos se vieran muchas veces frustrados. La  convicción de que el problema de la «superproducción» del período de la gran depresión podía solucionarse a través de un gran impulso exportador era compartida por muchos. Los hombres de negocios, inclinados siempre a llenar los espacios vacíos del mapa del comercio mundial con grandes números de clientes potenciales, dirigían su mirada, naturalmente, a las zonas sin explotar: China era una de esas zonas que captaban la imaginación de los vendedores, mientras que África, el continente desconocido, era otra. Las cámaras de comercio de diferentes ciudades británicas se con-mocionaron en los difíciles años de la década de 1880 ante la posibilidad de que las negociaciones diplomáticas pudieran excluir a sus comerciantes del acceso a la cuenca del Congo, que se pensaba que ofrecía perspectivas inmejorables para la venta, tanto más cuanto que ese territorio estaba siendo explotado como un negocio provechoso por ese hombre de negocios con corona que era el rey Leopoldo II de Bélgica. (Su sistema preferido de explotación utilizando mano de obra forzosa no iba dirigido a impulsar importantes compras per cápita, ni siquiera cuando no hacía que disminuyera el número de posibles clientes mediante la tortura y la masacre.) Pero el factor fundamental de la situación económica general era el hecho de que una serie de economías desarrolladas experimentaban de forma simultánea la misma necesidad de encontrar nuevos mercados. Cuando eran lo suficientemente fuertes, su ideal era el de «la puerta abierta» en los mercados del mundo subdesarrollado; pero cuando carecían de la fuerza necesaria, intentaban conseguir territorios cuya propiedad situara a las empresas nacionales en una posición de monopolio o, cuando menos, les diera una ventaja sustancial. La consecuencia lógica fue el reparto de las zonas no ocupadas del tercer mundo. En cierta forma, esto fue una ampliación del proteccionismo que fue ganando fuerza a partir de 1879 . «Si no fueran tan tenazmente proteccionistas —le dijo el primer ministro británico al embajador francés en 1897—, no nos encontrarían tan deseosos de anexionarnos territorios».Desde este prisma, «el imperialismo» era la consecuencia natural de una economía internacional basada en la rivalidad de varias economías industriales competidoras, hecho al que se sumaban las presiones económicas de los años 1880.
Estos acontecimientos no cambiaron la forma y las características de los países industrializados o en proceso de industrialización, aunque crearon nuevas ramas de grandes negocios. Pero transformaron el resto del mundo, en la medida en que lo convirtieron en un complejo de territorios coloniales y semi coloniales que progresivamente se convirtieron en productores especializados de uno o dos productos básicos para exportarlos al mercado mundial, de cuya fortuna dependían por completo.
Lee atentamente el texto:
  1. Subraya los factores que impulsaron a los imperios europeos a la expansión del siglo XIX.
  2. Según el autor, ¿hacia qué territorios van y qué características tienen los mismos?
  3. Explica con tus palabras las consecuencias que destaca el historiador y desde qué punto de vista aborda el tema?



FACTORES QUE FAVORECIERON EL PROCESO.
DEMOGRÁFICOS.
Los gobiernos europeos estimulan la migración por temor a la presión demográfica
En el período comprendido entre 1850 y 1900 la población europea pasó de 300 a 450 millones de almas. Las penosas condiciones de vida de la clase trabajadora  en los países industrializados animaron a muchos a buscar mejores perspectivas de vida en los territorios que iban ocupándose.
LA POBLACIÓN EUROPEA (CRECIMIENTO)
Año
Habitantes
Crecimiento %
1850
266.000.000
26,2
1870
310.000.000
25,6
1900
400.000.000
26
Parte de esa población fue absorbida por los territorios coloniales a través de una persistente inmigración que en ocasiones llegó a alterar de manera sustancial la composición étnica de extensas áreas. 
Los avances médicos, como el uso de la quinina contribuyeron en gran medida a estas migraciones, ya que permitieron combatir con éxito enfermedades endémicas como el cólera, tifus o el paludismo que hasta entonces habían hecho inhabitables para el hombre blanco extensos territorios.
Los países recepcionistas marcados por el imperialismo estimulaban este flujo migratorio, en ellos aumentó el consumo de productos al estilo europeo: te, café, vestimenta al estilo europeo.
ECONÓMICAS. Fueron fruto de la expansión del capitalismo industrial  y se fundamentaron en:
  • La búsqueda de nuevos territorios donde invertir el exceso de capitales acumulados. Éstos encontraron una productiva salida en forma de créditos otorgados a las minorías indígenas colaboradoras con la metrópoli, pero fundamentalmente en la financiación de infraestructuras tales como ferrocarriles, puertos o grandes obras de ingeniería (canal de Suez, Canal de Panamá, etc.).
  • La exploración y conquista de zonas donde conseguir materias primas y energéticas abundantes y baratas. A las colonias se les asignó el papel de abastecer a las industrias metropolitanas.
  • El control de espacios donde establecer mercados que asegurasen en régimen de monopolio la colocación de los productos industriales.
  • La utilización de una mano de obra no cualificada pero barata y dócil (en ocasiones esclava), que redujo los costes de extracción de las materias primas y contribuyó al éxito de la agricultura de plantación.

POLÍTICAS. En el último tercio del siglo XIX el nacionalismo  que en sus inicios había estado ligado al  liberalismo,  se transformó en un movimiento conservador y significado componente del imperialismo. Los estados adoptaron una política de prestigio en un intento de atraerse a las masas populares y desarrollaron una acción diplomática dirigida por fuertes personalidades (Bismarck, Chamberlain, Jules Ferry, Leopoldo de Bélgica, Cecil Rhodes, etc.) quienes, apoyadas en gran medida por la prensa  y otros medios, propugnaron la formación y consolidación de extensos dominios coloniales.

Esta política alimentó incontables episodios de tensión y conflicto  que constituyeron el preludio de la Primera Guerra Mundial Por eso a este periodo se le conoce con el nombre PAZ ARMADA. Es el nombre dado al período de fines del siglo XIX y comienzos del XX. ¿Por qué Paz Armada? ¿Cómo la Paz puede ser Armada?. La exaltación nacionalista hizo que cada potencia tratara de demostrar que era más fuerte que sus vecinas, ¿cómo demostrar más poder? Desarrollando la industria bélica, así se veía como cada país incrementaba progresivamente sus gastos en armamento, temiendo que en cualquier momento se desatara un conflicto que los obligara a desplegar sus fuerzas y el objetivo sería imponerse a sus enemigos históricos. Por eso se habla de un periodo de Paz Armada, por la relativa paz imperante en Europa y la intensa carrera armamentista (prácticamente en todos los países de Europa se estableció el servicio militar obligatorio) y de alianzas militares entre las potencias europeas.
IDEOLÓGICAS. Desde posiciones nacionalistas  se desarrollaron teorías racistas que justificaban e impulsaban la expansión territorial, con o sin el consentimiento de los pueblos autóctonos. En sus formas más moderadas el racismo se disfrazó en ocasiones de un paternalismo que sostenía la necesidad del hombre blanco de “rescatar del atraso” a las poblaciones autóctonas mediante la instrucción y la educación.  En esa labor destacó la actividad misionera de las iglesias cristianas anglicana, católica y protestante, que causó gran impacto en las poblaciones indígenas que poseían una mentalidad totalmente ajena a la occidental.
En este proceso estarán presentes grupos de oposición y los que estén a favor. Los primeros considerarán a este proceso como un despojo y los segundos propagarán sus ideales para justificar la expansión.
El aumento de la producción industrial experimentado a fines del siglo XIX  ocasionó naturalmente una mayor demanda de materias primas, y luego la necesidad de asegurarse un mercado donde colocar tanto la creciente producción industrial como las ganancias provenientes del mismo desarrollo industrial.
En algunos casos no resultaba fácil asegurarse la provisión de las materias primas en el extranjero. Por ejemplo en el caso de muchos pueblos africanos asiáticos que no tenían autoridades políticas, el abastecimiento de materias primas se volvía incierto y dificultosos. Por esta razón, cada vez con más frecuencia los países industrializados que deseaban asegurarse las materias primas en regiones africanas o asiáticas, comenzaron a recurrir a la violencia y a las armas, para obligar  a los nativos a producir y entregar algodón, metales, caucho, etc.
La superioridad militar de los europeos aseguró el dominio de los vastos territorios en Asia y en África. la posesión de colonias pasó a ser entonces un importante elemento de factor político a nivel internacional    Carlos Demasi et altri. Manual. Pág. 51 y 52.

FORMAS DE DOMINIO.
COLONIAS DE POSICIÓN Y DE POBLAMIENTO. POSICIÓN. Obtienen la posición geográfica y la explotación del territorio. POBLAMIENTO. Fuerte inmigración, favorecía a los europeos su autonomía administrativa, autogobierno, los blancos superaban en número a los indígenas.

CONCESIONES. Territorios cedidos o alquilados por estados independientes a la metrópoli, codiciados por su interés estratégico o comercial. 



JUSTIFICACIÓN IDEOLÓGICA DEL PROCESO IMPERIALISTA DEL S XIX.
  ¿Civilización o barbarie?. “Para llevar adelante esta tarea de civilización estamos realizando lo que creo es nuestra misión nacional, y estamos encontrando un enfoque más ajustado para el ejercicio de aquellas facultades y cualidades que han hecho de nosotros una raza gobernante.
Con una nación bárbara la paz es condición excepcional. En los confines entre la civilización y la barbarie, la guerra es generalmente normal.
A la larga, el hombre civilizado encuentra que no puede conservar la paz más que subyugando a su vecino bárbaro.”
                                                    Joseph Chamberlain. Empresario y político inglés. 1836-1914


 Jules Ferry, diputado francés, en su discurso ante la cámara de 1885 expresaba:”Para los países ricos las colonias son un lugar muy ventajoso para la colocación de capitales…Yo digo que Francia que está siempre rebosante de capitales y los ha exportado en cantidades considerables…debe tener interés en considerar esta cuestión. Pero, señores, hay otro aspecto más importante de esta cuestión que predomina sobre el que acabo de mencionar. El problema colonial es, para los países consagrados por la naturaleza misma de su industria a una gran exportación, el problema de los mercados...Señores desde este punto de vista particular pero de la mas alta importancia en los tiempos en que nos encontramos, y con la crisis que atraviesan todas las industrias europeas, la creación  de una colonia es la creación de un mercado. Se ha destacado en efecto, y los ejemplos abundan en la historia económica de los tiempos modernos que es suficiente que el lazo colonial subsista entre la madre patria que produce y las colonias que han fundado para que el predominio económico acompañe y respalde, en alguna forma, el predominio político..Señores, hay un segundo punto, un segundo orden de ideas que debo abordar lo más rápidamente posible: es el aspecto humanitario y civilizador de la cuestión....Señores.....es necesario decir abiertamente que las razas superiores tienen un deber respecto a las inferiores....porque hay un deber hacia ellas....el de civilizarlas.”

Teodhore Roosevelt a su vez afirmaba:” Siempre que se ha producido un movimiento de expansión ha sido porque la raza que lo ha llevado a cabo era un gran raza. Ha sido como una señal y una prueba de grandeza de la nación expansionista…El barbarismo no tiene ni puede tener lugar en un mundo civilizado. Nuestro deber hacia el pueblo que vive en la barbarie impone que lo liberemos de sus cadenas y podemos alcanzar ese objetivo solo si destruimos la propia barbarie.
El misionero, el comerciante y el soldado desempeñan cada uno, un cierto papel en esta obra de destrucción, y en la consiguiente elevación del  pueblo.”


 “Ayer estuve en el End londinense (barriada obrera), y asistí a una asamblea de los sin trabajos. Al oír en dicha reunión discursos exaltados cuya nota dominante era pan, pan,… y al reflexionar, cuando regresaba a casa, sobre lo que había oído, me convencí más que nunca de la importancia del imperialismo. Estoy íntimamente persuadido de que mi idea representa la solución del problema social, a saber: para salvar a los 40 millones de habitantes del Reino Unido de una guerra civil funesta, nosotros los políticos coloniales, debemos dominar nuevos territorios para colocar en ellos el exceso de población, para encontrar nuevos mercados donde colocar los productos de nuestras fábricas y de nuestras minas. El Imperio,  lo he dicho siempre es una cuestión de estómago. Si no queréis la guerra civil, debéis convertiros en imperialistas.
                                                                                                        Cecil Rhodes. Empresario colonizador y político inglés.

Exhortación de Guillermo II, Alemania. A las tropas que partían para China el 27 de julio del 1900.
“A no dar cuartel. Ano tomar prisioneros. Llevad la guerra de tal  modo que dentro de mil años ningún chino se atreva a mirar siquiera a los ojos de un alemán”


UNA INTERPRETACIÓN SOBRE LAS CAUSAS DEL IMPERIALISMO
“El imperialismo es el capitalismo en la fase de desarrollo en la cual: ha tomado cuerpo la dominación de los monopolios y del capital financiero; ha adquirido una importancia de primer orden la exportación de capital; ha empezado el reparto del mundo, por los Trust internacionales; y ha terminado el reparto del mismo entre los países capitalistas más importantes.”
                                                                           V. Lenin. “El imperialismo, fase superior del capitalismo”

De acuerdo a la lectura responde:
    1. ¿Qué significado tiene la creación de una colonia para Jules Ferry?
    2. ¿A qué factor impulsor del proceso propone una solución Rhodes? Explica.
    3. El factor civilizatorio aparece explícito, identifica el texto y explica la posición de este imperialista frente al dominio ejercido.
    4. ¿Cuál será el mecanismo que usarán para “civilizar” si es necesario?

                              





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